No le ha salido bien a Google el intento de vender Nexus One únicamente en su tienda de Internet, ya que después de una serie de inconvenientes con los que se ha encontrado la compañía han decidido dejar de vender el smartphone desde su página web.
Esta decisión viene motivada por diversos aspectos, uno de ellos es que el servicio post-venta no era demasiado bueno y generaba demasiados problemas a los usuarios en vez de ofrecer soluciones. Pero sobre todo lo que afectaba a las ventas era que, al ser integra por Internet estas se podían ver mermadas ya que normalmente los consumidores quieren tener en sus manos el producto antes de comprarlo.
Comprar algo basándose solo en comentarios, fotos y vídeos leídos en diversos medios no es lo mismo que tener el aparato en nuestras manos, ver el tamaño que tiene, lo ligero que es, entre otro tipo de sensaciones que se pueden tener al probarlo. Esto es algo que se puede comprobar fácilmente con el iPad de Apple, quienes lo han probado terminan encantados y aseguran que es mucho más que un iPhone grandote. Sensación no sería tan accesible si el iPad se vendiera solamente por Internet, lo cual quizá también provocaría tener menos ventas.
Además, tampoco hay que olvidar que este método de venta no gustaba demasiado a los operadores estadounidenses y que la publicidad que ha tenido Nexus One fuera de Internet ha sido bastante pobre, por lo que quizá era de esperar que Google comenzase a venderlo por otros canales, algo que dentro de poco comenzará a hacer, principalmente por distribuidores, un modelo más habitual en la venta de teléfonos móviles.(b
Fuente: http://alt1040.com/2010/05/google-dejara-de-vender-nexus-one-por-internet (Bajo licencia CC)
Magnífico despertar para un Sabado: no hace ni 24 horas que discutíamos sobre el tema de las actualizaciones de Froyo para los terminales Android existentes, y teníamos en cuenta que en menos de un mes (en las próximas semanas) los Nexus One (y puede que los Motorola Droid) al menos la recibirían, según indicó la propia Google. Pero parece ser que todos subestimábamos la capacidad de sorprendernos que, a veces, tiene Google. 
